La impresión 3D industrial ha dejado de ser una tecnología emergente para convertirse en una herramienta clave en sectores como la ingeniería, el diseño de producto, la medicina, la automoción y la construcción.
Aun así, persisten ciertos mitos que generan dudas en empresas y profesionales que consideran adoptarla. Veamos los más comunes.
Mito 1: La impresión 3D es demasiado costosa
La realidad es que la impresión 3D reduce costes al optimizar tiempos, minimizar desperdicio de materiales y permitir iteraciones rápidas.
En lugar de invertir en moldes o procesos de mecanizado caros, las piezas se producen directamente desde el archivo digital, lo que agiliza la validación y acorta plazos de desarrollo.
Mito 2: La calidad no es suficiente para proyectos profesionales
Hoy, los equipos de impresión 3D industrial producen piezas con tolerancias precisas, acabados de alta resolución y resistencia mecánica adaptada a usos funcionales.
No se trata solo de prototipos: se fabrican componentes finales que cumplen con normativas técnicas y se utilizan en aplicaciones críticas.
Mito 3: El proceso es complejo y requiere conocimientos especializados
La evolución del software y la compatibilidad con formatos CAD estándar han simplificado enormemente el flujo de trabajo.
El usuario no necesita experiencia avanzada: basta con un archivo digital, y especialistas como nosotros se encargan de optimizar parámetros y materiales para garantizar resultados óptimos.
Resultados precisos sin complicaciones
En Alpux 3D eliminamos las barreras de entrada a la impresión 3D industrial.
Nuestro equipo traduce los diseños de los arquitectos en modelos físicos de alta precisión, garantizando calidad, eficiencia y tiempos de entrega competitivos.
Con nosotros, la tecnología se convierte en una herramienta práctica y accesible para estudios de arquitectura de cualquier tamaño.